EL ESPACIO DE LAS LETRAS

martes, 12 de enero de 2010

Tomate a risa mi depresión. De hecho yo también me tomo a risa mis manias
irrisorias de danzar malditamente alrededor del círculo y reirme de la nada.
Porque la nada siempre será nada y la bipolaridad te mantiene en un
equilibrio absurdo de despechos y canciones con rumbas.
No es nada sencillo. Hay que ser malabaristas sin tregua, toda a vida, toda
la existencia malabaristas y burladores de sorpresas degradantes y
degradables.
Lo he hecho muchas noches. He pensado que aquel o éste lo hacía. Y
que en mi infinita estupidez alguien vendría a darme un beso desolado de
moho y ardiente como la lluvia sobre el fuego fatuo de una estufa bien
acolchada de plástico.
No somos mas de lo que creemos y creemos que somos nadie en ocasiones
y en otras somos olas devastadoras, estrellas deslumbrantes y arcoiris que
solo ellos han escogido sus colores. Y lo somos, lo curioso es que lo somos.
Que en ocasiones tenemos el chal de la invisibilidad y en otras nos ponemos
zancos de madera andando como patos entre la multitud mas pequeña y
espectante.
Y no quiero ser nada ni nadie. Simplemente sentirme libre para que la brisa
roce mi cara....dulcemente que lo haga me basta. No hace falta que venga
nadie con filigranas ni que me mezcan en una ensalada de virtudes porque
ellas vienen cuando vienen y si no vienen solo espero tomarme una buena
taza de chocolate y esperar...y esperar...y esperar.
Cuando una conoce mas locos como ella o similares no trata de cambiar,
trata de ayudar y cuando te ves en la otra cara de la moneda  y les dices,
tranquilo... todo pasa y esto que te pasa es esto y lo otro asi que puedes
controlar tu mente y burlarte del psiquiatra. Decirle que sí, que sí, que
cuando quiera usted las pastillas encajaran en mi mente suicida pero
mientras tanto he de desafiar todos los desafios posibles, he de coger
la taza por el mando y hablarte y decirte y soñarte.
Y no esperar a nadie. Porque hay tantas persona a quien hablarles,
tantos pequeños corazones covijados a falta de una palabra de cariño
y consuelo, a falta de un no se que que me une a la vida irremediablemente
indestructible. La muerte no puede cogernos aunque le vimos la cara
muchas veces y no es tan fea. Solo te dice que no hagas estupideces y
empieces a soñar y cuando empiezas a soñar cada día mas fuerte ella
se marcha ligeramente elegante, como siempre es ella, elegante y sutil.
No voy a creerme nada de lo que dicen, todas mis fantasías son mias.
Pertenecen a mi mundo, yo las he creado, son mis hijas, mis nietas,
mis nueras.... simplemente tenemos un parentesco abrumador.
Y es verdad, son verdad, somos todas esas cosas y mas.
No me venga nadie a decir sutilmente que me calme porque no me
tiembla ni un dedo ni un pelo de la oreja.
Puedo coser y cantar, puedo cocinar, también se amar y reir y bordar
y a veces se me da bien hacer artesanía, otras la literatura me calma
como si fuera un analgésico por eso estoy aquí.
Porque mi terapia consiste en sacar mis duendes, demonios y
dragones y exponerlos.
Ellos lidiaron conmigo y yo con ellos. Hicimos un trato todos juntos
cerca de la muerte como juez eterno.
Y eso desee entre batas blancas y despidos. Que todos mis
compañeros hicieran un trato con la muerte y sus demonios. Al fin
y al cabo estos no dan tanto miedo. Dan mas medo las putas batas
blancas que no tienen sensibilidad y parecen robotizadas por no se
que intrumento de medir el pulso y no se ke procedimiento de ser
controladoras fascistas.
Y no esta vez ya si que no.
Mirame y piensa lo que has dicho lo que has hecho lo que has pensado
porque cada vez que expulse un demonio no será contra ti
y cada vez que expulse una risa o un llanto o una caricia si me haces
falta quizá venga a buscarte pero realmente me importa un pito si no
lo haces. Realmente que te cuiden es aconjonantemente impredecible
pero viene de puta madre.
Y aquí me salen todos los refrans juntos... el que te quiera que te cuide
el que te quiera que te siga, quien a buen árbol se arrima..., dame pan
y dime tonto.
Y si, tengo que aprender a dejarme cuidar. Hay gente que es soberanamente
incapaz y otros se dedican la vida a ser cuidados eternamente chupando
energías agenas y malgastando las propias.
La locura... la locura es el amor no la mente en sí misma. La locura
es mirar a los ojos a alguien y pensar que por mas que sus demonios salgan
lo amarás tal  y como es porque eres capaz de mirar mas alla de sus
pupílas. La sensatez es otra cosa... como cuando gritas y el señor de al lado
te dice que aminores sensaciones porque le estas molestando y no es capaz
de mirar mas allá de tus zapatos que es el único sitio que se atreve a
mirar por si mirándote a los ojos se le pega algo de tu locura.
Hay que volar alto muy alto... allí donde se crean los sueños.
Alli ni el señor ni la señora sensatez estan pero mira...allí para que los
necesitamos?

2 comentarios:

manuel_salguero dijo...

Me solidarizo contigo. ¿Quién no está algo tocado en esta mediocre realidad que nos toca vivir? Somos partícipes de una esquizofrenia colectiva.
Un saludo, compañera

Istharenlanoxe dijo...

Tan cierto como a vida misma. saludos tb y mucha fuerza