Dulcinea luz alada

Bienvenida a mi generosidad.
Abriré de par en par mis puertas.
Hablamos del ayer y del hoy
como si no existieran.
Mas existen, mas se fueron
mas no me importan.
Te quiero dulce sirena,
te quiero tierna alada hada
la de mis sueños, la de mi vida.

Cierras tus pequeñas alas
mariposeando cual oruga
porque aun no te diste cuenta
ni de tu fuerzas ni de las mias.

Luz que ilumina,
luz que arde,
luz que vaga,
luz que aprende.

Aprenderemos desaprendiendo.
Borrando lo vivido
como si fuera todo nuevo.
Pequeña no te rindas, pequeña.

Ahora, ahora tira ,
 ahora sube la marea.
Salta pequeña salta,
la langosta es embustera
la tortuga es algo falsa
pero todas son amigas
y tu tampoco te cansas.

Tienes errores lo sé.
Somos libres,
somos el viento que acecha
pero que nunca se para
es por eso que te miro
y sonrio con alabanzas.

Traem mas luz de la tuya,
yo echaré mas leña encontrada.
Te quiero pequeña te quiero
te admiro me enseñas me amas.

Siempre dulcinea, siempre niña que ama,
simpre junto a mi emperatriz de hielo,
simpre viendo mis llamas.