El aire de levante me proporciona lo que a un tiempo podriamos llamar brisa marina sustancialmente calurosa.
Africa siempre fué un buen destino. Pero África al fin y al cabo está mueriendo en su propio holocausto a manos de la injusticia y la explotación. Así que un ocaso en sus tierras puede darme una paja mental maravillosa pero una vida entera en Ángola puede ser de todo menos paradisíaca.
Los arios siempre se han creido mas poderosos e inteligentes que los negros pero lo que no saben es que éstos últimos tienen el secreto de la belleza mas pura, el espíritu mas libre y humano, el compás mas musical y espiritual y unas manos robustas acompañadas de una amplia sonrisa.
Como diría Ray Lóriga... África ya no nos quiere, es cierto. Envidia nuestra economia supuestamente sostenible, nuestros restaurantes de alta cocina, nuestra tecnologia punta.
Pero ni ellos mismos se dan cuenta de que lo único que deseamos tanto unos como otros es tener la seguridad de heharnos un plato de arroz a la boca todos los dias y evitar que una pulmonia nos alcance en la noche mas fria cuando las tormentas avisan de temporales.
Mientras ... un caúcaso en plena calcuta reza para que su hija tenga una buena "dote" para poder casarse y no ser repudiada en su círculo social.
Quizá esa chica joven hubiese sido una excelente cheff en uno de esos restaurantes de alta cocina que tanto admiran los angolanos.
Por descontar que ninguna de estas personas tendría porque ser nada, ni pensar nada al respecto es su propio microcosmos particular.
Todas las verdades son verdades a medias. Así que hablemos de lo injusto.
Hablemos de porque nos empeñamos en cerrarles la puerta a la tolerancia y al apoyo. Hablemos de aquellos que con su falso statu quo creen solucionar sus problemas de conciencia pero no de conducta.
Por ejemplo; uno de mis vecinos jamas me saluda por las mañanas cuando baja las escaleras hacia la calle pero luego se ve resarcido con sus ideales postales de Unicef que manda religosamente todos los años a sus magnificos familiares lejanos que no le importan ni media naranja.
Las ONG´s siempre han sido falsos calmadores de conciencias para las sociedades supuestamente evolucionadas.
Mamá siempre me decía; -!trae a casa a quien quieras a comer, pero nunca mandes un huevo frito por correspondencia a un hambriento de áfrica!-
Y tristemente hablamos de África cuando en España hay gente miserable con vidas miserables.
Hay un barco que sale todas las noches, un barco que sale en busca de los menos favorecidos, en busca de sonrisas llenas y estomagos vacios, en busca de ilusiones y un mañana mejor.
Y ese barco sale desde el puerto de nuestros sueños cada noche cuando iniciamos la travesía de alimentar nuestros sentimientos.
Yo no quiero ser como nadie, ni tampoco pienso que nadie sea mejor ni peor que yo entre los que aun conservamos la capacidad de ser humanos.
Pero desde niña me horrorizaban las injusticias y sentía que tenía alma de negra...
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