EL ESPACIO DE LAS LETRAS

sábado, 22 de septiembre de 2007

Esperaré

Tikum, el compañero felino y negro en la ventana, obserba sorprendido los relámpagos y truenos tal vez esperando oler a lluvia fresca. Quizá como yo nostálgico recuerda las heridas del ayer y sabe que del mismo modo que yo, tambien
tendra que aprender a perder.
Estoy aprendiendo a perder compañero de ojos de niño-anciano.
Sé que contigo solo puedo perder.
Trato de marcharme, trato de curar las heridas
pero no puedo fingir.
Con el agua todo se recicla asi que después de la lluvia me iría lejos
pero vaya a donde vaya
nunca podre alejarme de tí.
Tikum esta conmigo ahora en mi regazo,
siempre fuimos fieles al cariño.
Él ronronea una derrota en mi piel, una derrota sin batalla.
Que hice mal , ahora lo se.
Que hice bien, no fue fingir.
Mas como dice la canción...esperaré...
Esperaré a que la lluvia apacigüe mi ser,
a que los abrazos de los niños me den mas de lo que yo les de,
a que en tu recuerdo me quieras tu tambien llevar,
a que la noche tranquila me calme de sed,
a que el tikum y la bicha no se separen de mi.
Esperaré sentirte como una vivencia mas,
sin que las alas del apego me quieran llevar,
a que las gotas nostálgicas no te quieran borrar,
pues tu alma no me las das como yo te la doy,
a que el agua no me quieran llevar.
Esperaré a que algun dia tu ausencia me haga entender
que el amor solo me hizo crecer.
Todo merece la calma despues de la lluvia,
todo merece renacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se dice que quien piensa en negativo sólo encuentra negatividad.

Yo, hata la fecha, he tenido mucha suerte en la vida. Nunca he sufrido un desengaño sentimental, tampoco otro tipo de desengaños. Es posible que eso me haya convertido en un temerario, el caso es que hace unas semanas perdí el miedo a lanzarme al vacío.

Todos los cambios recientes que he dado a mi vida los he hecho consciente de los riesgos que corría y aunque hago un análisis realista de lo que hay y lo que puede haber, en el fondo, como ya te he comentado en más de una ocasión, soy un optimista patológico. Quizás por eso nunca he perdido, o quizás no sea por eso, no lo se.

Si no se intenta seguro que se pierde.

No se, ahora la pelota ya no está en mi tejado. Yo sólo puedo responder a lo que se me pregunte y expresar lo que voy sintiendo en cada instante.

Un beso.