blanco y negro no me sirven.
la selva gris me alcanzó y fui leona omega
en la noche de las noches
con uñas garras y dientes,
con espadas sin reproches.
blanca pura la linea de tus ojos
en la noche me aclama y me hace beber
cuantas tardes olvidando que me quería
cuantas noches llorando que me iba a perder.
y tu viniste con flores, si lo hiciste.
no era una orquidea, era un jacinto.
y olí el fresno de tu pelo líbido y limpio
y me enamoré de tí como se
enamoran las mariposas, frugal y eternamente...
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