EL ESPACIO DE LAS LETRAS

miércoles, 27 de febrero de 2013

LA ANSIEDAD INGENIOSA DEL CABALLO

La ansiedad ingeniosa del caballo,
de ser uno, de ser salvaje, de no ser...
De nuevo lo inductivo me lleva
a lo deductivo como es el agua para
el mar, como un océano nos cuenta
cosas de ser uno o no ser, de ser todo...
Otra vez esa espiral, iracunda, graciosa,
ávida de si misma a la vez que ansiosa
por no ser "ego" ni "superego,
por no ser la mota del plato
y la comida a la Pez.
Grandiosos campos donde
el caballo galopa.
La inmensidad de lo eterno, tan frugal,
tan etérea, tan absorta en las preguntas,
tan alejadas de las respuestas que
solo la mota, el caballo y la espiral
afrontan inocentemente como si la
misma palabra inocencia dejara la
reminiscencia de algo nuevo,
lo cual es una contradicción profunda
que solo la laba sabe vomitar.
Si quisiera yo me iría,
cual caballo salvaje que ha dejado
de ser aquello a lo que le obligó el hombre.
Si quisiera me arrancaría cada
una de las motas, me despojaría
del alma bendita y volatil y
saltaría la valla hacia el mar,
nadando si como un vez,
mojando mis cuatro patas de cuadrúpedo,
buscando la espiral.
Quizá si la espiral no me hubiera
revelado el secreto no me tiraría al mar,
o sí... tal vez...quiza. 

No hay comentarios: