VACIOS

Hay días en los que sueño
con piratas de palo románticos
dispuestos a desgarrar sus entrañas
por acercar un ápice de su amor
a tristes sirenas haladas.
Pero la vida se ha convertido
en un escenario patético
de seres encerrados en casa.
La gente anda acolchada en sus burbujas,
salen a las calles pretendiendo que nadie
les toque, que cualquier roce asusta…
Las miradas se pierden en el aire,
ya nadie te pone en los ojos alegría regalada.
Los niños vagan solos por el asfalto
acompañados de zombies
que hacen de un abrazo un escándalo
y de un beso un espanto.
Todos follan, consumiendo la esencia
del instante, sin preguntarse ni un instante
que necesita el otro, de que tiene
en realidad hambre.
Se pisan, se odian, se juzgan,
porque para que van a amarse.
Amarse duele.
Amarse decepciona.
Amarse entristece.
Amarse supone esfuerzo.
Amarse deja un vacío.
Amarse implica mirarse.
Y no pueden sufrir porque
solo buscan divertirse.
No pueden decepcionarse porque
se encontrarían con la incómoda
realidad intransferible del amante.
No pueden estar tristes porque
solo saben reír apenas de nada.
No pueden esforzarse porque
equivale a perder tiempo.
No pueden sentir el vacío porque
supone dejar de amar al otro
y darse cuenta de que no se aman a sí mismo.
No pueden mirarse porque ya no saben
reflejar su mirada en el otro.
Ésta es la gran mierda de sociedad en la que vivimos
No la he inventado yo.
Pero tampoco seré yo quien la perpetúe.
Los niños estan solos.
Los animales estan solos.
Los adultos estan solos.
La sociedad anda a solas.
Yo estoy sola.
¡Así que no me vendas tu puta mirada
de pirata romántico porque tampoco
saco a pasear a la sirena halada
todos los días!