EL ESPACIO DE LAS LETRAS

martes, 30 de septiembre de 2008

त्रोसितोस दे विदा

TROCITOS DE VIDA
________________
________________



Manolo Rabbit
________________


Manolo Rabbit tenía buenos planteamientos pero la desidia y la
falta de fe se comieron sus garras. Había sido educado por las
apariencias, señoras estas muy impetuosas y aburridas con sus
propias vidas. Fue sutilmente domesticado aunque sus fantasias
tramaban aires de rebelión. Era tímido y poco osado, inconsciente
y altanero, divertido y en el fondo con un gesto ingenuo y
poco dado a maldades.
Y es que la ropa de marca y los coches lujosos prometían aventuras
y Manolo no podía negar la comodidad del aire acondicionado ni
la paga al mes de su queridísimo y honrado padre que solo aportaba
cariño através de cheques al portador.

Dejando que las etapas transitaran en una una sola línea de
acción fue permitiendo que su vida no fuera suya y que su
traje fuera el de cínico borrego.Sus propios carceleros le
adoraban asi que Manolo no pudo ver jamás la trampa urdida en
lo profundo de las cosas. Sabía que había algo bueno, mas alla
de lo que le había sido mostrado y también intuía que el mismo
no era ni un ápice de lo que quiso ser siempre y nadie le
preguntó. Representaba una marca cara de cosméticos, las
mujeres interesadas le adoraban pero el no lograba verlas con
el corazón porque siempre algo externo le deslumbraba.Era un
apasionado de su madre que le compadecía a cada instante pero
tampoco le daba espacio para respirar ni ser el mismo. Asi que
la trampa seguía siendo las mas sutil de sus melodías...

Fué asi como olvidó al Manolo que siempre quiso ser y siguió
durmiendo bajo el mismo techo de sus carceleros compatriotas,
riéndo con ellos hasta el amanecer aunque a solas fuese
incapaz de encontrar el interruptor.



Andrea
______

Andrea era infinitamente despistado con las niñas. Padecía de
infantilismo agudo, tan agudo que todas las mujeres,
que no eran pocas,que aparecían por su agitada vida de
guateques acababan hasta los ovarios de sus mentiras y de su
asombroso y casi castigado orgullo. Proponía a todas sus niñas hacer
el amor y ellas escandalizadas por tal honor se dejaban hacer sin
prisas sin oler ni por un momento que cuando el se pusiera la corbata
se iría tan rápido como llegó.
Probó esposas negras, tacones hundidos, besos tiernos y caseros,
excusas bien preparadas de lo que no se debe hacer para
engañarse ni a sí mismo.
Y así fue como Andrea fue perdiendo la ilusión y como la
ilusión se fue alejando de Andrea día a día.
Siempre sabía que las mas estúpidas e intrépidas se enamorarían
de él, pero el morbo de la victoria y la conquista eran mas
fuertes y el placer por el placer era su mas sagrado vicio.
Le mandaron mil veces a la mierda y le lamieron las heridas
otras tantas,hasta que el agotaba su deseo sexual y con el
continuaba su camino poniéndoselo de sombrero.
Un día se dió cuenta de que la única mujer que el fué capaz
de querer le había destrozado el corazón por ser justamente
una copia femenina de él.
Y lloró por ella... siguió llorando y se volvió a poner otro
condón.
Adrea era un niño grande,grande para crear catedrales pero
intinitamente despistado con las niñas y temeroso de perder
esa libertad que nada nuevo le proponía como resultado final.
Al final lloró, lloró por él y las horas que había perdido
en su soledad acompañada pero nunca consiguió encontrar a la
chica de los ojos grandes y el corazón de piedra.

Juanjo
_________

Juanjo era un pseudopsicoanalista genial. Invetaba mil excusas
para no aplicar sus propios consejos. Andaba de alla para acá
paseando sus aires de filosofia callejera. Trabajaba como
funcionario y odiaba la burocracia pero era un trabajo sencillo
donde podía seguir discutiendo sobre política casera y donde
alimentaba su tremenda curiosidad por meter las narices donde
no le llamaban. Plantaba el oido a las puertas, a las sillas y
a las grapadoras. Todos adoraban sus modales pero sus modales
no eran otra cosa que la necesidad de congraciarse con sus
futuras víctimas del cotilleo diario. Escondía una china de
hachís en casa. La guardaba en una bolsita que escondía en
el armario junto a los zapatos que nunca usaba.
Salía a pasear todas las noches con su peta ya liado y su mujer
le miraba de reojo advirtiendole con las pestañas que los niños
aun andaban despiertos.


Calada trás calada trataba de recuperar la alegría de vivir,
esa misma alegría que veía todos los días en el espejo cuando
aun era un niño. Pero esa sensación jamás llegaba y se
preguntaba que había hecho mal.
Luego volvía a casa con aires de libertad y sentándose en
su sofa de masajes estiraba la mano hasta encontrar las
nalgas de su mujer.
Ella con la intención mas picara tiraba de la mano hasta sus
bragas.
Cuando aquello sucedía, Juanjo imaginaba como sería su vida
sin aquella dama osada de ojos fuertes y manos delicadas.
Entonces esgrimía una sonrisa que le recordaba como sería su
vida sin ella... sin esa luz...


Rosa
_______


Una mujer como Rosa no era una mujer cualquiera. Saltaba como
cabra loca por las calles buscando emoción y nuevos amigos.
Los camellos la paraban porque solo ella sabía estar en todos
los sitios y todos los sitios sabían acojerla.
Pisaba suelo firme y luchaba por causas perdidas pero que ella
creía poder resolver con cuantro gritos de rabia y una
inofensiva cesta de flores que vertía sobre todo el mundo, como
si todo el mundo fuese bueno.
Pero a nadie le salía demasiado bien dar todo lo que ella era
capaz de dar, porque dar lo mismo que Rosa suponía darlo todo.
Y ya nadie era capaz de darlo todo.
Un día bajando las escaleras del autobús tropezo con un conocido
de las clases de yoga. Era un chico algo introvertido pero cuando
el tema de conversación trataba de su propia vida le encantaba
formar parte de la charla.
Por "h" o por "omega" quedaron para tomarse un café juntos ya que
ambos debían esperar el mismo tiempo hasta coger otro autobús.
Hablaron como viejos amigos y se intercambiaron teléfonos.
Esto conllevo a varias visitas a la playa,sesiones de cambio
de intereses por ambas partes y distintos restaurantes
alternativos porque ambos opinaban que en la variedad y la
novedad estaban los desafíos.
Varias veces se comieron enteros, varias veces se miraron con
ojos de cordero.
La niña Rosa no podía dejar de darlo todo así que decidió sin
mas compartir sus debilidades con aquel chico. Sin conocerle
apenas pretendió meter en su vida a aquel extraño y aquel
extraño no podía quedarse allí,con todo eso que asustaba de tan
bueno. Él era un equivocado de maleta, alguien que por ella no
pararía. Decidió seguir con el cuento, ignorando que en la
balanza Rosa sería capaz de amarle y él nunca podría sacar
una espada en su honor ni sentirse gordo de admiración por
sus tremendos actos de bondad.
Se sintió cohibido pero inconsciente del error pronunció
palabras sin sentido que solo ella podía creer, porque ella...
ella si que creía en él.
Un día cualquiera el dejó de llamarla y ella le llamo para
decirle que era un cabrón.
Rosa no sería nunca la misma. Rosa ya no podía amar con el
corazón. Rosa amaba instintivamente como el que pega un
bocado a su bocata y los dientes mascan automaticamente.
Solo sabía darse, solo sabía darlo todo sin mas.
Él olvidó a esa mujer tremenda porque la mujer tremenda que
era Rosa ya no existía.
Y ella olvidó quererse a si misma y buscó amor en cajones
sucios a sabiendas de que nada encontraría, a sabiendas
de que ya no tenía sentido darse del todo si la otra persona
no le correspondía. Hasta que un día volvió a tomar otra
decisión, darselo todo a ella misma y esperar a que el
mas valiente abriera ese cajón.


La señora Concha
__________________


La señora Concha siempre lucía mantones y tacones altos.
Se pintaba los ojos cada dia como si acabara de salir a
escena en la obra de Lope de Vega de Fuenteovejuna.Y
ciertamente sus delirios de grandeza abarcaban todo el
centro de atención.
Recitaba complejas poesias que ella misma improvisaba en
voz alta y a menudo tarareaba las canciones cabareteras
de la postguerra punteando con su tacon pasos repentinos
que marcaban el son de sus melodías.
Su marido la adoraba pero realmente ni el ni nadie podían
controlarla. Ni si quiera ella misma era capaz de bajarse
jamás del escenario.Iba sucediendo por la vida perdida en
su propio mundo de tules, telones y grandes honores.
Estaba tan ensimismada en hacer su papel de artista que
olvidaba a menudo a los que la querian. Y los que la
querían la excusaban pensando que ella vivía inocentemente
en su mundo sin apenas dañar al mundo que tenía ante sus
propias narices.
Todos fingían comprenderla pero nadie aguantaba mas de uno
de sus recitales enteros... y ,aunque no se reconocía en
a voz tendida ni en susurros, ... todos daban por hecho
que lo que hacía la señora Concha era normal, la aceptaban
aun sabiendo que ella nunca se interesaba por nadie, nunca
escuchaba las penas de nadie y nunca hacia nada por nadie
que no fuera de su propio interes.
Un día su marido, no pudiendo reprocharle absolutamente nada
subió a la azotea con la esperanza de que una brisa hiciera
el trabajo por él y se lo llevaran los diablos.
Pero luego bajo con la cabeza agachada de la resignación y
con la esperanza casi perdida de que su mujer le mirara
por dentro atraves de los ojos... aunque solo fuera una vez.
Un día extraño a principios de invierno el marido de doña
Concha enfermó y a los tres meses desapareción sin recibir
ni un beso de perdon o agradecimiento de su querida mujer.
Ella, ya que nada hacía presagiar su tristeza, siguió su
vida subida en su propia trueno de fantasías pero consciente
de que estaría sola y de que necesitaría un nuevo tutor
que se encargara de la parte que ella era incapaz de llevar
a delante.
Su hijo dormía cerca de ella, le hacía las comidas
pertinentes a gusto de su paladar y su dentadura.
La acompañaba a los lugares mas insólitos y ella sufría de
falta de agradecimiento.
La veneraba y la protegía y apartaba su vida personal para
que esta no interfiriera es la comodidad de su madre.
Hasta que un día el hijo de la señora Concha murió.
Todos se compadecieron de ella, todos veían en sus ojos
la necesidad de sentir una esperanza.
Pero ella andaba perdiada entre la niebla, llorando la
pena de su hijo y recordando a su marido mas que nunca.
La señora Concha era una mujer divertida y graciosa,
algo egoista y caprichosa pero sin maldad aparente.
Todos la compadecían, todos querían ayudarla pero ella
acabo perdida en las salas de una residencia, maltrecha
por un infarto cerebral que no se la llevo del milagro,
y pendiente de esas visitas que nunca llegaban, pendiente
de esas personas que aun tiempo de su vida fueron
comprensivos, pendiente de que alguien se ocupara tanto
de ella curiosamente como ella no nunca supo ocuparse
de ninguno de ellos, pendiente de un final.

No hay comentarios: